martes, 29 de diciembre de 2009

Una historia real

Su madre se fue a Inglaterra a mediados de los sesenta.

Aún no había aprendido a decir ni good for you cuando se quedó embarazada.
El padre biológico tampoco era inglés, era griego, no muy agraciado, de ahí que ella saliera tan feúcha.

Nació en un pueblo muy al sur de Londres, aunque ella siempre decía que era londinense.

Al tiempo de vivir allí su madre, se volvieron a la Coruña. La madre se casó con un gallego, al que siempre le consideró su padre, a pesar de no entender bien, como nació fuera de Galicia.

Físicamente no se parecía a su madre, pero tenía la misma forma de ser.  Sus mismas debilidades y su misma tenacidad.

A los 32 años conoció otro hombre y no paró hasta conseguirlo. Ella se vendió como autónoma, independiente y liberal, pero no era así.

Era otra mujer  que dice si, cuando piensa no.

A él no le gustaba ella. En realidad, follaba con entusiasmo, pero no le ponía físicamente. Tampoco le agradaba esa tendencia de ella de teñir todo de intelectualidad.

Había compensado su falta de belleza con una conversación cultivada y a veces tediosa.

Ella solía analizar cada polvo que echaban. Esto llegó a hastiarle, así que aprovechó la primera oportunidad que tuvo para irse con otra.

Intentó dejarla, a la manera de los tíos: te puteo hasta que me mandas a la mierda.

Pero con ella no funcionó. Ella tenía muy claro lo que quería, no iba a soltarle tan fácilmente.
Así que él estuvo con otra mientras, la GallegadeLondres le hacía sentir culpable. Él pensaba que la compensaba con un polvo de vez en cuando.
Inconsciente de lo que le esperaba e ignorante de que, son las mujeres quienes manipulan a través del sexo.

La GallegadeLondres logró quedarse embarazada. Tuvo una niña, muy a pesar de él.

No la acompañó a parir. No se preocupó de nada.

Había tenido que dejar la relación que había empezado. Su otra pareja no entendió como había dejado embarazada a su ex.

El no cesaba de dar vueltas a su situación, no entendía como había llegado hasta ahí, cuando se suponía que tenia las cosas tan claras.

Mientras pensaba, la GallegadeLondres, aun tenía energía para liarle mas de lo que estaba.

Le perdonó, no estaba muy claro el qué.

Consiguió irse a vivir con él.

Pero no había pasado un mes cuando conoció a otra mujer.
Esta vez fue muy claro desde el principio.
Ella no se dio por enterada y entre que se decidía como se iba de casa (la casa era de él), se volvió a quedar embarazada.


El desesperó. Pero tuvo suerte; había encontrado una buena mujer que vio clara toda la historia. Le dijo: "recoge un poco de ropa y vente a vivir a mi casa"


La GallegadeLondres consiguió tener las dos niñas que buscaba y un
cabrón por ex, que es lo ella no paraba de repetir.


Ella era una gran víctima. Una mujer mas castigada por otro hombre.

El siguió con su nueva pareja.



Un día tomando una cerveza con un amigo , este le empieza a contar que hay una gallega que conoce hace cuatro años y que, no sabe como lo hace, pero que están juntos, aunque el no quiere pero tampoco podía hacerla daño. Que tiene dos niñas y que su ex era un pedazo de cabrón, que no le pasaba la pensión y que la mataba a golpes.

Él pregunta, con la cara descompuesta, el nombre de ella y una vez que se asegura, que sí, que es la GallegadeLondres.
Entonces le vuelve a preguntar, si tiene alguna prueba de que ella haya recibido algún golpe o maltrato.



Su amigo le miró sin saber decir.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Sexo

Hacer sexo es la mejor forma de dejar
pensamientos de lado.
La mejor manera para alejarse de lo que nos atrae de manera perniciosa.

Mejor que la meditación, que la risa o que un día soleado en mayo.

El buen sexo tiene el mismo ritmo y tonalidad que la canción de Otis Redding "try a little tenderness". Sexo con algo escondido dentro.

El deseo tiene el poder de transformar lo que toca, de crear incluso sentimientos, de teletransportar físicamente, puedes aparecer en otro país y el lugar se teñirá de ese deseo.


El sexo, sin el deseo, es un acto fisiológico . Un gustoso alivio inmediato.

El deseo a veces aturde, de tal manera, que se cree amar a la persona objeto de el.

Envuelto en jadeo, humedad, la mirada quemando, el cuerpo moviéndose felínamente, piensas:  ¿que mas da como se llama esto?.

El sexo es la culminación del deseo.
El sexo deseado por dos adultos, siempre es positivo. El deseo que no se consuma se puede convertir en obsesión.

La calidad del sexo depende mucho de a quien va dirigido.
No todo el mundo reacciona igual cuando depositas tus labios en su cuerpo, cuando dibujas la línea de tu cintura con su costado, cuando tus dedos rozan su cara, sus labios.

Algunos hombres se conforman con mirar, con penetrar.
Otros: miran, atraviesan, se columpian por dentro. El deseo se entrelaza y parece no acabar nunca, provocando con cada orgasmo mas deseo.
Abren una puerta, con valentía, apartando prejuicios para dejar paso al placer.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Amor


Ay! anoche soñé con mi madre.

Muchos meses esperando un sueño así.

Escuchaba a la gente que le sucedía y me daba envidia.
Lo leía y no entendía porque yo no tenia ese regalo.

Anoche mi madre me visitó. Me dijo que estaba bien. Me sonrió como, solo lo sabía hacer ella. Como solo lo hace una madre.

Me cogió las manos, me dejó olerla. No dijo nada, pero entendí que tenia que ser así.

Despertarse ya no es tan bonito. Pero hay que entender que todo tiene un momento y un por qué.

Aunque no nos cuadre la juventud ni la salud. Aunque todo se tiña de injusticia.
Sé que hay un por qué, me lo ha contado mi madre con su mirada.

Si lo averiguo, serás el primero en saberlo. Me hubiera gustado contártelo, me hubiera gustado llorar contigo.

Nadie se lo merece mas que nosotros, no?

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Cosquillas


Una de las cosas mas bonitas que hay, es ver una puesta de sol o un amanecer, desde la ventana de un hotel, con una persona que quieres.

Verlo de forma casual, a veces desde la cama, a veces cuando sales de la ducha y te lo encuentras de frente.


Es de las pocas cosas románticas y típicas con las que disfruto.


Una buena habitación con vistas, libros para leer, mientras se escuchan las teclas del ordenador.

De vez en cuando, hay que vestirse con brillante normalidad.

Te das cuentas de lo necesario que es, porque vuelves a reír por todo.

Las cosas raras las ves muy, muy lejos, como si formaran parte de una película de serie B.


Unos días sin cuestionarme lo importante de la vida, ni luchar por estar a la altura de nada.


Alimentar el alma guerrera para la siguiente batalla.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Y tú ¿quien eres?

Hay personas que fingen durante tanto tiempo no ser ellas, que acaban perdidas en su personaje de fantasía despreciando, quien algún día fueron.

Hay muy pocos blogs, que haya leído, que quien los escribe, no se haya entregado a la veneración del yo mas absoluto.
Algunos desde el principio, otros al cabo del tiempo.
Algunos hombres, muchas mujeres.

A algunos me los encuentro en comentarios, de todo tipo de blogs, como si se tratase de publicidad televisiva. (Por supuesto, todos poniendo enlace a su blog).

La versión mas fantástica que he visto, casi siempre aportada por mujeres, es las que en su blog parecen ser muy auténticas y estar hartas del universo blogosfera, pero escriben comentarios en cada post que encuentran.

Una mujer , que leí hace poco, decía no poder con la gente que se anuncia en otros blogs. Ella nunca lo hacía.
Por lo menos, he visto en tres blogs diferentes sus comentarios con enlace.
En uno, sé de primerísima mano, pidiendo correo al autor y ligando con él.

El caso es que cerró su blog, diciendo que estaba muy cansada de este "mundo", y ¡abajo coloca el enlace del nuevo blog!!

He comprobado que estas personas realmente se creen muy coherentes, muy únicas, muy de verdad. Se creen su personaje, ya que en la vida de carne y hueso no cuajó, como quisieron, lo que siempre desearon ser de manera virtual.

Reconozco sus movimientos y estrategias puesto que,  yo las uso cara a cara.

No sé si cuando tenga treintatantos no me dará por montarme un personaje, de momento, lo considero una postura viejuna escatimar un poquito de atención y cuatro palabras bonitas, cuando eso tiene una caducidad casi inmediata.


Tengo mas recursos y mucho mas que ofrecer, sin un ordenador por medio.
En la realidad, soy mas de todo sin virtualidad. Mas persona, mas puta, mas irracional, mas egoísta. Con toda clase de taras. Todo mío.
Para entretenerme mejorando, no fingiendo.
Que gasto de vida mas inútil dedicarte a alguien que nació sin biografía ni genética. Y nunca la obtendrá.


No sé si en su vida real siguen sin ser ellos o sueñan con quien desean ser.
No sé si con sus parejas, con sus hijos, con su familia, con sus amigos, son quienes renunciaron ser de manera física.


Solo he conocido un caso y fue todo lo contrario a lo que comento.

Él era mas auténtico y verdadero en su blog.

En la realidad, no afrontaba nada de lo que llevaba dentro.
Él no era el que tenías en frente.
Su verdadero yo era su personaje.

Tan limpio, sincero y humilde era su personaje, que acabó bajo el lavabo de un baño, en una cafetería de la calle Princesa.

viernes, 11 de diciembre de 2009

p2p


En las relaciones hay que compartir. Si no se comparte no existe relación alguna.

No significa que haya que compartir de manera equitativa, ni es cuestión de calidad. Es cuestión tan solo de compartir.


En informática esta claro lo que es compartir. Se pueden compartir redes wifi o Ethernet, se comparten archivos peer to peer, lo que comúnmente se contempla como descargas ilegales.
Cuanto mas compartes, mas cantidad y calidad de servidor tienes.

Así debería ser la vida. Una razón mas para argumentar, lo primitivo e incongruente de quienes están en contra de esta práctica.


A veces pienso cuales son las razones por lo que algunas personas no comparten.
¿Porque no hay nada que dar?. ¿Por un egoísmo que les incapacita?

No sé que será peor: la tacañez de corazón o el corazón exento de materia.


A mi manera, con mis aleteos, ironía, con mis taras y mis sonrisas, me monto la vida p2p.
No puedo pararme a ver cuanta carencia reside en cavidad torácica ajena.

En las relaciones hay que compartir. Si no se comparte no existe relación alguna.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Codependencia

Cuando se está con alguien que tiene una adición, se sufre codependencia.


Estas enganchado a la adición a través de la pareja. Es decir, que sufres una patología adictiva como la persona que consume.

Es por lo que se suele estar mucho tiempo con ese tipo de relaciones. Mas de lo impensable.

Se les disculpa incluso lo que se haya fuera del entendimiento. Por eso te crees una y otra vez las mentiras, el proceso: lo siento, te quiero, te prometo...que se multiplica hasta un infinito inhumano.

No he conocido a nadie que fuese codependiente y a la segunda mentira haya dicho: "Ya esta bien. Adiós."

También tengo que reconocer que solo he conocido mujeres en esta situación, no sé como actuaría un hombre.
Un hombre no está respaldado por la sociedad, pero en este caso, el apoyo de la sociedad, es lo que menos se necesita. Aunque casi todo el mundo este convencido de que si.




Hay tres adiciones con las que son absolutamente imposible convivir: la cocaína, la heroína y el alcohol.
La mayoría de las adicciones rompen parejas, incluso familias. Son incómodas, pero no imposibles para convivir.

El alcohol, a veces, tiñe de agresividad a la heroína y a la cocaína, sobretodo a la cocaína. Donde hay farlopa hay maltrato. Donde hay farlopa y alcohol: hay golpes.


Cuando se está en mitad de los gritos y la incongruencia pasando miedo, no se piensa ni de lejos, que se esté siendo maltratada. ¿Que cosa mas rara, verdad?

Se necesita formación y no ingenuidad para saber que está pasando. No, no es que tengas mucha cultura o un master de psicoterapeuta. Es salir de la pureza, es descomponer tu sistema celular y que te venga un golpe en la nuca dejándote atontada y avergonzada susurrando: madre mía, esto es el maltrato...

Entonces ya, los perdones, las disculpas, la promesas se convierten en látigos de asco, en terror e intentas que no se te note lo que acabas de descubrir.
Tu mente vuelve a funcionar y se pone en marcha ideando como marcharte, con todas las cosencuencias. Como podría encontrarte, a quien acudir, como defenderte. Protegerte y proteger cuanto te rodea.


Cuando se está con un heroinómano, los episodios agresivos son menos intensos. El adicto solo vive para el caballo y cuando te hace caso, es porque la heroína permanece a su lado y no teme que se vaya a ir, la heroína, claro.


Donde hay adicción hay mentira. A veces todo cuanto se puede decir es mentira y ni ellos mismos se dan cuenta.

He oído jurar que era verdad que había comido pescado, cuando era carne lo que había comido.

Seguir la linea que marca la mentira de un mentiroso, puede ser muy entretenido pero te introduce en un mundo muy peligroso: lo absurdo.

Si pones mucha energía en un adicto se puede tambalear tu confianza en los demás, comienzas a desconfiar de todo el mundo y descubres mentiras de manera sistemática.
Cuando se está con un adicto se pierde el equilibrio natural, te acostumbras a vivir con un extraño dolor.


He estado con varias personas adictas. Es imposible de aceptar que uno vuelva a estar con un adicto sabiendo esta información: Siempre se va a sufrir por ello.

La vida me hace encontrarme, de nuevo con otro adicto mas, mas mayor, mas persona. Consigue quitarme el miedo, consigue que supere traumas. Pero es adicto y si algo he aprendido es que, es imposible convivir con un yonky. Lo que no significa, que agradezca eternamente lo que me ha ayudado a entender.

Ahora se que es imposible convivir con un adicto. Nadie saca a nadie de una adición. Nadie puede salvar a nadie de ese tipo de garras.  Puedes dejar, por el camino, herramientas que le faciliten la tarea, pero nunca como pareja.


Entiendo a las mujeres que son maltratadas y no dejan a la pareja.
No es porque no tengan otra cosa, no es por miedo.
Es porque cuando el adicto llega llorando diciendo: lo siento, se lo creen.
Su codependencia se llena de pena, y con la ignorancia mas elevada, se lo creen. Te lo crees, una y otra vez.

La codependencia no se rompe porque te manden al hospital, porque tu familia te diga lo que está ocurriendo o por ver información en la tv. La codependencia hace aguas y se marcha cuando menos te lo esperas: una palabra, una mirada, un detalle que nunca pensaste. Satura tu nuevo sistema celular y ya está.


No recuerdo como me pasó. Recuerdo como me marché. Recuerdo las 93 llamadas al móvil sin responder (no exagero).

No pensaba: pobrecita de mi.

Me sentía avergonzada por haber llegado hasta ahí y anhelaba hacerme invisible.

Pero esto pasa, se supera sin ayuda, supongo que según la edad y la persona.
Hablo de mi

A veces, lo mas difícil de superar no es el maltrato, es ver como cada vez queda menos de la persona que quieres.


Si alguna mujer ha sufrido esto creo que estará de acuerdo conmigo.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Treinta por ciento. Menos es mas.


Soy de la opinión de: menos es mas.
Me gusta ese concepto. Me gusta aplicarlo tanto en lo material, como en lo emocional.
Tanto es así que, a veces, he acabado cosas antes de empezarlas.
Hay relaciones que terminan antes de empezarlas. Pero, no solo es uno, el que acaba una relación antes de empezarla. Uno, es el causante del treinta por ciento y otro, del setenta.

Cuando yo he sido el setenta por ciento, he pensado, sin duda, que menos es mas.

Personas que te encuentras, prometen ser un vuelco en tu vida. Por una mirada, una sonrisa con la palabra justa, en el día adecuado.
Superado el primer arrebato, he pensado que mejor era dejarlo así, no arriesgar emociones, no conocer partes oscuras, que no me hagan un abrigo de mentiras.
No arriesgar por miedo, por cobardía, porque a veces lo pequeño y escueto alcanza mas fuerza que lo grandioso.

Estar en la posición del treinta por ciento: ya no resulta tan lógico y fluido.

Tener la minoría de la propiedad emocional es una clara desventaja. Has sufrido pérdidas. Hay un déficit de ilusión. Has puesto parte de ti, incluso de tus ahorros afectivos, ves que, lo que pierdes, no sabes donde va, pero tu ya tienes ese desazón.
No se entiende porque no han apostado por ti, porque no estas a la altura, siendo tu en todo momento.
¿Que se esperaba de ti?. El setenta por ciento hizo una valoración y decidió irse, sin mas.

Sientes que no hay que dejar de ser hermético hasta las últimas consecuencias.
Sociabilizarse, no es lo mismo que darse. Se puede ser muy social, se puede escuchar mucho y hablar de nada. Esto gusta.
Poca gente esta interesada en conocer a los demás.
Hacer apariciones ocasionales y adecuadas, te puede convertir hasta en un líder.
Liderazgo en vacío. Siempre con un poco menos de lo justo, porque menos es mas.


Encuentro algunos hombres en el camino que aplican esta filosofía. Se han enganchado a provocar deseo y desaparecer.
Antes de decepcionar con la realidad, mejor mitificar lo desconocido.
Se quedan con el sentimiento de gustar y ser necesitados, aunque esto sea vacuo, pasajero, tan real como el instante que forma el tiempo. Renuncian al conocimiento, a embriagarse con el otro.

Me esfuerzo en sobreponerme a lo fácil y no seguir pautas de huida. No implicarse, irse sin despedirse suena estupendo, pero es efímero.
Para que las cuentas salgan, hay que estar tocando personas casi de forma constante y obtener un setenta por ciento de esa emoción.

Los asientos en las estaciones que, son usados por muchas personas, tienen un desgaste. Para el desgaste del "yo" no hay taller que lo reponga o arregle. No hay fábricas de "yo únicos y curtidos por el tiempo".

Poner tu el culo, en vez de: cualquiera se siente sobre ti. Tiene su encanto, incluso su placer.

La adicción a la vacua intensidad se paga con una moneda: 
La soledad, cuando mas compañía se necesita.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Sal de tu posición fetal


Miro hacia el basto horizonte. Observo a unos chavales bañándose en diciembre y pienso lo fácil que puede llegar a ser, dirigir el cuerpo con la mente.
Solo es pulsar un botón interior. El dolor es una sensación controlable.


Cualquiera que se haya tatuado, se puede dar cuenta de lo sencillo que es dejar de sentir dolor. Puede llegar a ser hasta un hábito.

Respiras profundo, te relajas, dejas a tu cuerpo trabajar...No sé explicarlo bien, pero ocurre.
Es curioso que, el sufrimiento siendo tan objeto personal, tan subjetivo, debería ser mas fácil de controlar. Sin embargo, el sufrimiento va mas allá del dolor físico y deja una huella que pesa en la espalda.

El sufrimiento condiciona los sueños, condiciona las creencias, acota el horizonte, paralizando nuestros pies bajo la arena.

Observo a la gente bañarse en diciembre. Yo podría hacerlo. El agua estaría por debajo de la temperatura en la que me sentiría agusto y sin embargo, podría no notarlo. Nadaría y nadaría para entrar en calor, pero no sentiría ni dolor ni malestar.

Me gustaría poder controlar igual el sufrimiento. Que los pensamientos o los recuerdos no me atormentaran a veces.

No encontrarme pensando si has tenido un accidente de coche, si estas tirado por ahí. Preferir pasarlo mal, a hablar contigo, para no despertar tu cólera, puesto que entonces sería doble dolor.

Me gustaría no quedarme una hora sobre unos apuntes, recordando un bosque, una bicicleta y una niña con mi mismo nombre. Algo se retuerce dentro de mi, me digo a mi misma que no sufro, que yo estoy mas allá y entonces hago cosas:
Cosas que solo se pueden hacer en un banco de un parque pasando frío. Cosas como hacer una bolita al planeta, sentarte en otro y mirarlo desde fuera, ir rotándolo, eligiendo lugares.
Mi favorito para ver desde fuera es la India, gente lavando en el Ganges, gente apelotonada en trenes, gente mirando de arriba a bajo a los extranjeros...

Cuando me doy cuenta, he distraido durante un buen rato al sufrimiento.

Por otra parte, siempre he pensado que la dosis justa de sufrimiento te hace un ser mas grande, te hace crecer ante cualquier adversidad.
¿Cual es la dosis justa?
Cuando hay tanto dolor que ya no sale llorar. Cuando tienes la certeza que ya no vendrá nada peor. Cuando te cuesta entender lo que hablan los demás. Cuando no consigues vislumbrar lo que ves. Tu cupo de sufrimiento está llegando a su fin.

Esto no significa que no se vuelva a sufrir, si no que todo sufrimiento que penetre en uno, desequilibrará y habrá que aplicar el doble de energía para metabolizarlo.


Las personas que han experimentado mucho sufrimiento, tienden a relativizar todo, son escépticas, les cuesta dejar entrar a otras personas en su vida y les dan ataques de amor absurdos.

Prestando mucha atención al horizonte, se atisba algo de esperanza, mientras haya seres bañándose en diciembre.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

The Lord of the Nazgûl

Se piensa que las drogas son sustancias tóxicas que se ingieren o aplican de alguna manera, pero que no tienen vida propia y mucho menos voz.

La heroína y la cocaína tienen voz y personalidad. No tienen cuerpo, pero poseen a humanos, adquierendo un cuerpo que suelen disfrutar a su antojo.


A pesar de ser tan diferentes estas sustancias gozan de una misma voz, de una misma forma de hablar. Están igual de enfermas y contaminadas.
La voz de estas sustancias son, como Nazgûl pidiendo almas vivas u Orcos pidiendo sangre caliente. Los poseídos viven bajo el mandato de ese "OjoqueTodoloVe" y apenas disfrutan de voluntad propia.


La persona que es poseída por una de estas sustancias, o las dos, desconoce que lo está siendo. Pero, ellas sabiéndolo, se burlan del poseído y de lo que mas quiere.

Cuando esto ocurre, hay varias cosas que pasan sin remisión alguna: Siempre hay dolor, confusión e impotencia.

Los individuos que son portadores de estos elementos, se vuelven agresivos y deben apartar cuanta humanidad contengan pues, las sustancias que los consumen, arremeterían  de manera muy dolorosa contra ellos.

Nadie que no haya sufrido esto puede saber de que hablo. Ni siquiera el mas drogradicto entre los drogadictos puede saber lo que es estar al lado de seres mutantes y oír el grito Nazgûl,  inyectando veneno a su paso.


Ver el cuerpo poseído así, de alguien que se quiere y al que se desea lo mejor, descompone toda esperanza y desvanece los recursos aprendidos.


 Estas sustancias sienten real atracción por mi. Soy una humana codiciada por ellas y me contemplan divertidas como Hobbit en batalla.
He luchando contra ellas, proporcionado tentación para ejercer poder. Ha fluido auténtico amor hasta cansarlas. Las he mareado tanto que se han enganchado entre ellas.
Me he llevado al humano y las he dejado el cuerpo. Me he convertido en adicción.

Pero ellas, cual Gollum, se agazapan dentro del individuo en busca de su "Anillo de Poder"  y saltan sobre el poseído en cuanto sienten que este revive.



¿Como vencer a un Nazgûl que posee a un humano? ¿Como hacer abandonar la obsesión que Gollum siente por la sustancia? ¿Como distraer a la Adición que todo lo Ve?

Si existe algún lugar que, contenga un fuego capaz de fundir el Deseo producido por la adición, yo no lo he encontrado.
Por lo que doy por finalizada esta batalla, que no perdida, puesto que yo, nunca seré pasto de Nazgûl.

martes, 1 de diciembre de 2009

El viento y las palabras


En ocasiones el viento se lleva las palabras, a veces, es el agua que se hace viento, para convertirse en "viengua".

Las palabras que no se acompañan con actos son: "viengua".

Hay personas que intentan invadir a otras con el halago. Halago fácil o trabajado, siempre acaba siendo repetitivo, cual estribillo de canción pop.

Hay personas que te susurran la maravilla de tu ser,  lo genial que puedes llegar a hacer todo pero, sienten gastar demasiado tiempo, si se paran a mirarte o escucharte.

El tiempo convierte a estas personas en cazadores cazados. Una vez que han hecho sentir a la otra persona como algo inerte e inanimado y no hay mas salida que irse, aparece en ellos un pensamiento, se les crea una bola de intuición, que les dice: quizá hubiera merecido la pena.
La incondicional es lo que tiene, sin beneficios para el que la da, un sinsentido para el que la recibe.

Las palabras pueden tener un gran poder, no hay que malgastarlas.

Algunas palabras, a igual que el agua, parecen no dejar huella, y sin embargo, se quedan dentro, tallando el alma poco a poco, como el vaivén de las olas.

Las promesas forman una invitación al dolor. Es difícil cumplir promesas, sobretodo, porque una vez que se hacen,  adaptamos nuestras espectativas a nuestras necesidades y se olvida en el trayecto, la verdadera intención de quien hizo la promesa.

Prefiero el viento en la cara, el agua en mis pies, a bellas palabras. No me inflo con la adulación.

La próxima vez que me veas, dame una abrazo. No prometas. No digas mas.

Just one more.

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quemeestasdiciendo@gmail.com