Toma la peor de tus experiencias.Se puede convertir en un recurso, en un beneficio, en algo positivo.
Todo se puede reciclar.
Incluso la peor de las emociones, incluso el peor de los sufrimientos.
No significa que se pueda sustituir o sentir lo mismo. Si no, utilizarlo para algo, sin conjeturas, que: hará bien.
Pongamos cosas inexplicables, imposibles de reciclar: como la muerte de un hijo.
El dolor de la daga que atravesó cuanto era tu ser, no se dejará nunca de sentir, pero si se podrá utilizar esta experiencia.
Reciclarla, para que florezca en este mundo: un buen pensamiento, una buena acción. Abrir puertas a otros caminos.
Después de un gran accidente, vienen consecuencias. Aún no se ha asimilado el final de tu vida, cuando tienes que lidiar con daños colaterales del accidente. Surge desconcierto y torpeza.
A pesar de, no entender porque ha ocurrido, a pesar de no sentir suficiente claridad para manejarlo. Sé que subyace el mensaje de reciclar el padecimiento físico y emocional.
Con la rehabilitación del cuerpo físico también llega el emocional.Lo valioso es, utilizar lo que se pueda, lo que se entienda en ese momento, aunque sea muy poco.
Asimilar el accidente se une a nuevas relaciones. Se une a nuevas despedidas.
Observo, con precaución, a las nuevas personas que quieren instalarse en mi vida, pero no hay que dejar deslumbrarse por el amor prometedor, ni por la aflicción de la marcha.
Solo me concentro en como reciclar para que, las penas se conviertan en mensaje y las malas palabras en canción.
La oferta de envolverme entre estrellas, me pilla, con toda la cabeza dentro de la papelera, buscando algo para recordar el mensaje: todo se debe reciclar.
