domingo, 15 de agosto de 2010

El tiempo y la heroína

Madrid. Bernabeu a la izquierda.
Cuando hablábamos del tiempo y de la heroína, el me decía con una sonrisa, convencido, que su adicción databa de unos pocos años atrás.
Lo exponía como si se tratara de una migaja de horas, de aturdidos meses que empañaban su esplendida trayectoria.

Le preguntaba por otras actividades de su pasado y alguna vez aparecía la heroína. Yo hacía cálculos mentales y resultaba la mitad de su vida (que era muy larga) tomando heroína.

No contaba el principio porque no la tomaba todos los días. Durante unos años tampoco lo contaba porque no le dio demasiados problemas o porque la esnifaba y no fumaba, luego borró otros años porque estuvo unos meses sin tomar (creo) y el resultado se quedó en un eterno cuatro.
Pasaba el tiempo y todo quedó en cuatro.

Se negó a aceptar mas de ese tiempo.
Yo creo que aun sigue contando que estuvo cuatro años de su vida enganchado a la heroína.
Puede que lo haya dejado, puede que no. Eso lo escribiré otro día.

domingo, 8 de agosto de 2010

El fin del camino

Hay caminos que no tienen fin.


Hay caminos sin salida, sin una Atlántida por la que soñar
porque
algo se ocupó de destruir el sueño antes de llegar.


El mapa del camino lo elaboramos cada uno de nosotros. No
está hecho.


Alguien pensó que podía salir de la droga porque un camino ya asfaltado con flores estaba esperando por él.

Su lucha solo consistió en permitir que le llevara en volandas, un camino que era incapaz de construir.


Yo no veo fin a su camino junto a la droga



.

martes, 3 de agosto de 2010

Corazón de olivo

Cuando se conoce la heroína, 
el corazón se retuerce como un olivo.
Sigue dando fruto pero este es amargo e incomestible
a no ser que se trate con mucho celo y mucho mimo.
Cada rama, cada pliegue de ese olivo refleja el estado en que se encuentra tu corazón.
Para SunBlue

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