Origen

Como cerdos buscando trufas, hay personas que buscan dentro de las mentes ajenas para
encontrar fragmentos de alma.
Una adicción mas.
Algo que comienza como algo selectivo para acabar en el hipermercado emocional.
Dime que adicción proyectas y te diré que carencia consumes.

Observo y pienso. Pienso y observo, para llegar a la conclusión que estoy harta
de la gente sofisticada, culta, enrevesada, con pose que, no se permite parecer "no capaz".
Que está de vuelta porque, ya vivió todo cuanto dices y, si no, lo leyó en la cita de algún autor, mientras escucha música que nunca se oiría en una emisora actual.

Saturada de grandes cerebros y pequeños corazones.
Conocimiento que se mide en ego al peso.

Que alegría escuchar a mis compañeros de clase sus problemas de convivencia con los padres o hermanos. Mimetizo normalidad y la aspiro hasta que me atraviesa.

Quiero after, quiero botellón, partidas de roll y consola, sexo en baño de facultad, peyas en cafetería, histeria ante los exámenes.



No quiero ser guay, cool, astounding, in, awesome, terrific...
Menos aún quiero parecerlo.
Porque no hay mas que lo que parece:
ganas de vivir lo que toca, sin connotación filosófica.

Quiero que los buscadores de trufas me husmeen y se alejen decepcionados.

No quiero ser musa de adiciones y desgranar complejas teorías sobre el origen de las mismas (y no va por ti JC).

Buena gente y normal. Con o sin cultura, con o sin experiencias, con o sin aspiraciones.

Momento de descompresión intelectual, biofeedback del aprendizaje.