domingo, 8 de noviembre de 2009
aviones
Se puede tener a un niño jodiendote. Te pueden bajar el asiento de delante cuando estas con el portátil. Pueden ir dos cotorras, los histriónicos que aplauden. El listillo que cuenta como se despega, como se desciende como si fuese piloto consumado.
Pero aun queda en los aviones un huequecito para uno mismo, que el personal aéreo respeta con gusto.
Aun te puedes evadir de tu alrededor poniéndote los cascos, cerrando los ojos o si has conseguido que no se te ponga al lado ningún imbécil.
Me gusta esa "tierra de nadie" y mas cuando llueve, y mas aun cuando el avión parece que se va a caer porque entonces reina un silencio espectral. Ni los niños parecen querer llorar.
Mientras que dure seguiré aprovechando ese hueco que quedea entre las alas metálicas del suelo.
Porque si hay algo cierto, es que, desde el aire, el cielo es igual en todas las partes del mundo.
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1 comentario:
qué bonito cuando hablas desde allí arriba con ese amor que llevas tan dentro de ti.
Él allí abajo, tú aquí arriba, los dos en algún lugar.
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