lunes, 27 de julio de 2009

aire,aire,aire


Por fin respiro profundo y siento oxigeno en mis pulmones. Por fin aspiro y siento la vida dentro de mi.
Miro atrás y selecciono recuerdos, algunos tristes y me revuelven, claro, pero me hacen sentir lejos de la adicción.
He descubierto que tenia una adicción. He descubierto que soy adicta y ahora, una vez, que lo acepto, el oxigeno llena mis pulmones y se que me dará la suficiente fuerza en cuanto se asome mi adicción.
Yo siempre presumí de no tener adiciones. Yo que decía tener una personalidad antiadictiva y contaba la anécdota que me echaban de las sectas y grupos de apoyo...

Hubo un tiempo que gasté mucho tiempo y energía en intentar ayudar a personas adictas, nunca me daba por vencido, por mas dolor y veneno que me inyectaran.
Ahora se que es imposible ayudar. Ahora que yo tengo una adición, veo como puede hacer perder el equilibrio psicológico hasta llevar a la enfermedad, como hace vagar el alma sin mas rumbo que el absurdo...

Soy adicta y no puedo ayudar a los demás, un gran paso que ha hecho que pueda respirar, tomar aire y llenarme de oxigeno. De momento, esta es mi felicidad mas absoluta. Porque es mía, porque es infinita, porque es de verdad.
Ahora que poseo un trozo de realidad, un poco de humildad para aceptar mi incapacidad de ayudar y bastante oxigeno, me permito bailar entre la gente, como una mas y al mismo tiempo consciente que es un momento único, de esos que solo existen sobre bancos en parques de ciudades lejanas.

Me gusta confundirme entre la gente. Me gusta volver a respirar, me gusta saber que no hay nada tan especial como brillar en la invisibilidad.
He vuelto; con una adicción, con baile bajo mi ser...una vez que vuelvo a ser yo, se que puedo con todo lo que tenga que arreglar.
Hacer que la balanza se equilibre hasta crear un horizonte con sentido y comience una nueva etapa.

Ahora ya estamos solo yo, mi adicción y la veintena de personas que me rodean.

Hoy es el primer día en que conozco a este nuevo "visitante " en mi vida. Mañana le buscaré un sitio para dormir donde pueda vigilarle sin que me mire, donde pueda estudiarle y aprender un poquito mas, entonces, cuando crezca, pueda decir: "ah! si, yo también estuve allí. Era adicta".


Mañana, otra vez vuelo. El mejor lugar, entre nubes, para dejar el sitio justo, en mi mochila, para observar mi adicción.


Y si, algún día tendré que presentar públicamente mi adicción, quizá cuando alguien me lea.

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