sábado, 24 de octubre de 2009

Alemania



Nos podíamos haber conocido en un avión de Lufthansa, poniendo cara de asco ante esa perpetua pasta de sobre que ponen hagas el trayecto que hagas.
Podíamos habernos visto en largas y tediosas colas que se hacen en los controles de Frankfurt.

En cualquiera de los casos nos tendríamos que haber conocido en Alemania.
Tu me hubieras contado que Hermann Hesse era un amante de los animales y yo, admirada tendría que haber pensado: ¡dios, que cultura!

Alemania es un gran país para conocerse, aunque nunca entendí como me podía gustar tanto su cine y su literatura y tan poco los alemanes. Excepto los alemanes de Berlín que, de tanto disfrazarse tienen otra identidad.
Los alemanes tendrían que ser grandes personas porque son grandes amantes de los perros. En los restaurantes, por elegantes que sean comen junto a las personas.
Les gusta presumir de ecológicos pero no paran de fumar compulsivamente.
Son de naturaleza racista, pero se saben morder la lengua y aguantar como tolerantes sumisos.
Tu me dirías que tengo una visión parcial de Alemania, que no es lo mismo Baviera, que Munich, Düsseldorf que Berlín... Ya, mi visión es parcial, vivida, poco documentada y única.

Tu eres un gran hombre de enciclopedia y mi falta de fiabilidad contrastada te produce condescendencia.

Köln, Colonia, para los españoles siempre me recordará a Henrich Böll, esa sensibilidad que da la vuelta hasta dejar desarmado. Sin embargo cuando estas ante esa imponente catedral, no te imaginas paseando ahí al escritor.
En Köln se pueden ver tantos punkies como en los 80 en Carnaby st, Londres.

Alemania es como tus silencios:
Visuales como los Christmas markets, jugosos como la fruta con chocolate, coloridos como el otoño en la Selva Negra y significativos como las figuras talladas con esmero sobre la madera.

No hay comentarios:

Datos personales

Mi foto
quemeestasdiciendo@gmail.com