viernes, 22 de enero de 2010

Psicópatas




Todo el mundo quiere a alguien o desea querer a alguien. Excepto los psicópatas, que tienen incapacidad para sentir emociones y clonan las de los demás.


Los psicópatas viven, entre nosotros, como seres normales. Muchos se disfrazan de buenas personas.

Los drogadictos, a veces, pueden parecer psicópatas.
Pero estar poseído por maldad, no significa ser malo.
Un psicópata se retroalimenta de mal.

Un drogadicto vive con y por la adicción. Por lo que: sufre, y mucho. Mucho mas, de lo que podamos comprender nadie que no sea adicto.
En un psicópata no puede crecer ni la adición. Y solo vive con y para él, no podría ser seguidor de nada mas, que de sí mismo.


No todos los psicópatas tienen que ser asesinos, pero si se dan las circunstancias, todos pueden llegar a serlo.

Si son personas que están casadas, acaban con su pareja de forma perversa, fingiendo ser grandes samaritanos bondadosos.


He conocido dos psicópatas. Hermanos. Hombre y mujer. Mayores.
Crímenes conocidos: solo el de sus parejas.


Es curiosa la unión entre los hermanos, como si reconocieran sus pautas, entran en competencia absoluta. A ver quien hace mas de bueno, de víctima. Quien saca mas lágrimas en los demás.
La meta final: vivir mas. Hay una alegría profunda, con olor putrefacto, cuando uno de los dos cae enfermo.

Ella es mas perversa. Ella contiene un cien por cien de maldad. El hermano un noventa y cinco. Esto lo hará morir antes. No se por qué, pero lo hará.



Todo cuanto les rodea debe su existencia, al servicio de su egoísmo. Un egocentrismo patológico.
No son enfermos. No hay tratamiento ni cura. Al contrario, de un enfermo mental, ellos son conscientes de sus actos.


A los seres humanos no nos han educado para aceptar, en le plano que vivimos, la maldad pura.

Por eso, nos llena de incomprensión, aceptar personas aparentemente encantadoras, que son mentirosos patológicos , perversos y sin sentimientos.

Hay dos características de estas personas (porque creo que, aun se siguen calificando como tales)  me llaman especialmente la atención:
Incapacidad de aprender de las experiencias y la ausencia de intuición.

A veces, he pensado que la única forma de poder estar delante suyo es potenciando lo que ellos carecen.
Ya que no puede ser, amor ni sentimientos, puesto que no los entienden y podrían usarlos para imitar.
La mejor arma es, la intuición y el conocimiento adquirido en batallas pasadas, que ellos no alcanzan ni a recordar.


Su perversidad nunca descansa. La utilizan junto al absurdo. Es decir, la bondad superficial y vendible.


Puedo verlos, pero no puedo con ellos, por eso me mantengo lejos y sobretodo: evito su mirada. Pupila dilatada por el Mal.

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