domingo, 17 de enero de 2010

Propósitos



Primer mes de año. Escucho propósitos para cumplir.

Te los cuentan con entusiasmo e ilusión y, sin embargo, pasada una semana, desfallecen volviendo al antiguo hábito.

Me cuenta que ha dejado de fumar y cuando la veo con un cigarro, sonrío. Me dice, culpable: "en primavera, ahora tengo mucho lío".

Hablando con él. Sin venir al caso, me dice que, este año va a cambiar. Va dejar de ser un cabrón. Va a dejar de jugar con los sentimientos de los demás (esto lo añado yo). Lo suyo es un récord. Al día siguiente, ya hace sentir a una chica, cual mierda absurda.

Es fin de año. Me anuncia el fin de una adición. Escéptica escucho. Analizo sus actos. Reconoce,  el dolor que genera, ¡agacha la cabeza de forma humilde!. Wow, ¿será verdad?.
Pasan días. Observo. No hay mentiras...pero pasa una semana y me escribe un sms:
"tu me prefieres con la adición".
 Siento que la oscuridad acecha. Se que, en cualquier momento puede aparecer. Le pregunto sobre la tentación. Me dice, que la hay y, otra vez, de repente...llega:
la transformación con desprecio.
No se le puede recordar lo que, según él: fue.

 A partir de ahí se que cualquier cosa será una excusa.
 Sé, lo que se haya a la vuelta de la esquina. A los dos días, llega una oportunidad, como otra cualquiera, para volver a la adición.
Pensaba que le había hecho promesa de eternidad. Me aburre repetirle: para mi solo existe el día a día. Esa es mi eternidad. Hacia él y hacia cualquiera.


El último propósito que he oído es el de no usar la tarjeta de crédito. Ella se ha quedado en el paro. La veo con un montón de bolsas del Corte Inglés. Me dice inconsciente y feliz: ¡Las rebajas!

Cuatro propósitos. Y creo que solo uno, tenía intención de ser cumplido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno...
ya sé!
contigo no valen las medias tintas, lo sé.
reconozco, y desde hace ya tiempo, que soy simple y sencillo, uno cualquiera, más bien de la media para abajo, adicto a mis adicciones, paletamente romántico, estúpidamente sensible, llorón, incoherente y contradictorio, a veces mentiroso (no me gustan las mentiras piadosas), pesado y a menudo insoportable, cobarde, vago y maleante, repetitivo, confundido, heterosexual a conciencia y lo peor de todo...
buscador de felicidad (junto a otra persona de sexo contrario al mio).
Claro, más cosas
que se me olvidan (tú seguro que te acuerdas)
solo destaco en dos cosas
¡qué quiero aclararme!(para no sufrir)
y
¡qué lucho por mejorar!(para hacer felices a los que estén a mi lado)

Anónimo dijo...

Chanflez .............
puedo acceder ,
han colocado un candado.

Raziel dijo...

Maleante? Curiosa expresión. Se te ha olvidado colérico.

Datos personales

Mi foto
quemeestasdiciendo@gmail.com