sábado, 20 de febrero de 2010

El mundo en horizontal

Hace unos días, cruzando una calle del centro de Madrid, un coche, en dirección prohibida, me llevó por delante.

Nunca había tenido un accidente así. Lo había imaginado diferente.

Pensé, que en este tipo de accidentes, había mas inconsciencia.
Me acuerdo de casi todo. Aunque tu cabeza no pueda organizar sensaciones tan intensas.

El cuerpo temblando, como maquinaria magistral, comienza a segregar hormonas, sangre, descargas eléctricas para acelerar la conservación de vida.

Estas tumbado, sabes que no te puedes levantar. Ves a la gente, los oyes. Todo sucede rápido, te sientes aturdido y sucio.
Alguien de uniforme te pregunta el nombre y tu contestas donde están tus apuntes, que estas de exámenes. Por su mirada, por su sonrisa, te das cuenta que es una pregunta sin sentido.
Te ponen algo en la cara, rompen la ropa, te tocan el cuerpo como si tu no estuvieras ahí. Y te da ganas de decirles: ¡que no estoy tan mal, mi cuerpo ya se cura!

Se empiezan a mezclar pensamientos. No sabes si te preguntan o si hablan entre ellos y oyes dos veces:
¿ A quien llamamos, R?

Tienen tu móvil en las manos. Intento cogerlo para desbloquearlo. No sé que entienden por mi movimiento, pero me dicen tajantes: Nosotros llamamos.
No estoy tan mal, porque espero a que tecleen el móvil. Entonces me mira y pide el pin. Y llama.
Ya estamos entrando en urgencias diciendo deprisa, por el teléfono: hospital y mi nombre.

Imagino a la persona escuchando, desesperada, saliendo del trabajo, sin entender nada.

Te sientes como un ratón de ordenador. Todo el mundo lo toca sin darse cuenta que existe. Miran y preguntan mecánicamente.

No eres nadie, ni siquiera tienes la paz de la invisibilidad. Mueven la camilla sin darse cuenta de que estas ahí, incluso hablan de cosas personales y cambios de turno.

Hasta que de repente, alguien pasa, te mira. Se gira y vuelve con una sabana, con la que me tapa. Y me dice: tranquila, ya te van a subir a planta.

  Mi cuerpo se relaja y pienso:

¿Cuantos Ángeles habrá por hospital?. Me empiezo a quedar dormida, entre ideas inconexas,  acordándome de la película:
"Johnny cogió su fusil"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

R...
¿Por qué un día como este que cuentas tuvieron que chocar dos Almas como las nuestras?

Me siento tan intensamente triste...




PD: no quiero que alguien pueda llegar a pensar que mi tristeza viene de habernos conocido... (porque es justo lo contrario)

SunBlue dijo...

nuestras almas no consiguen el reposo vida mia.
espero que sean miles de angeles regados por doquier y no solo en tetrico hospital..
saludos!!

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