La decepción va unida a las personas que se conocen.
Desde el primer saludo parecen decirnos: no te fallaré. Pero también esa nueva persona que hemos conocido probablemente nos fallará y nos decepcionará.
Hay muy muy pocas personas en este mundo que no nos hayan decepcionado alguna vez. Aunque uno no espere nada, la decepción también llega. Es solo cuestión de tiempo y en ocasiones, de conocimiento.
Cuanto mas se conoce a alguien menos posibilidades hay de no sentirnos decepcionados.
Existen trucos para no sentirte demasiado decepcionado, pero es imposible meterse en una cápsula constante, puesto que el mundo está ahí y se supone que nosotros estamos en el y seremos agredidos otra vez cuando surja cualquier actividad social en la que implique estar en contacto con personas.
Por muchos recursos que apliquemos, por muchos trucos que nos inventemos.
Desde la satisfacción emocional, desde el vacio endémico de quienes nos decepcionan a cada paso del camino.
Para los que fueron importantes, les entregué mis lágrimas. Para los que no son suficiente importantes y me amargan momentos de mi vida, les entrego un gran corte de mangas a ritmo de olvido.
Desde la orilla de cualquier comienzo de un final, donde se escribe siempre en pasado y lo real, queda grabado en ese punto que reside entre el estómago y las tetas.
2 comentarios:
no sé si creerme lo que dijo ese español tan famoso; "Yo soy yo y mis circunstancias".
Lo digo por lo de la decepción.
No entiendo muy bien, ¿quieres decir que me decepciono a mi misma?
Publicar un comentario